Desde hace ya unos años, la comunidad médica coincide en que la densidad mineral ósea (DMO), medida a través de la densitometría ósea (DXA), no es suficiente, por sí sola, para cuantificar el riesgo de una fractura.
Y desde que surgió la técnica de la Puntuación Ósea Trabecular (TBS) se ha venido abogando por su uso conjunto para resultados más precisos en el manejo y seguimiento de varias enfermedades.
Esta técnica, que permite obtener imágenes para evaluar el estado de la microarquitectura trabecular, se destaca porque permite calcular el índice relacionado con los elementos microestructurales y porque, desde el punto de vista económico, es accesible.
En este artículo explicaremos cómo la TBS mejora la capacidad de predecir y hacer seguimiento ante las amenazas de rompimiento óseo, sobre todo en pacientes osteopénicos y con osteoporosis secundaria.
¿Qué es la TBS?
La TBS corresponde al índice indirecto textural que se obtiene a partir de imágenes de absorciometría de rayos X de energía dual (DXA) de la columna lumbar y es efectivo al momento de analizar las variaciones de nivel de gris píxel a píxel. El valor numérico que arroja refleja la calidad de la microarquitectura trabecular.
Así, cuando el resultado del TBS es alto, se valora como un indicador de una microarquitectura trabecular más densa y resistente. Y de ser más bajo, se valora como un signo que alerta un mayor riesgo de fractura, incluso si la DMO es normal.
¿Qué significa esto? Que el TBS complementa la información proporcionada por la DMO al evaluar la calidad de las trabéculas óseas. Y los profesionales de salud que así lo reconocen incorporan la TBS con el objetivo de tener una visión más completa de la salud ósea de un paciente y tomar decisiones de manejo más informadas.
Beneficios en pacientes osteopénicos
Los pacientes osteopénicos requieren del seguimiento médico de su condición, lo que impone a los profesionales de la salud hacer frente a desafíos únicos en la práctica clínica. ¡Así es! El estado intermedio entre la salud ósea normal y la densidad anormal de los huesos que caracteriza a esa condición necesita ser analizada para tomar decisiones clínicas o terapéuticas oportunas.
Y la detección temprana de un posible escalamiento a la osteoporosis es crucial para implementar intervenciones preventivas y reducir el riesgo de fractura en estos individuos.
Es allí donde la TBS se ha venido empoderando como una herramienta prometedora. A diferencia de la DXA, que se centra principalmente en la medición de la DMO, la TBS evalúa la microarquitectura ósea, lo que puede ser especialmente relevante en este grupo de personas.
¿Por qué es efectiva? La respuesta está en que, al incluir la TBS en el seguimiento de pacientes osteopénicos, los especialistas pueden detectar, oportunamente, cambios en la calidad del hueso, los cuales podrían no ser evidentes mediante el análisis exclusivo que arroja la DXA.
Esto permite una identificación más precisa de los pacientes en riesgo de progresión a osteoporosis y la implementación de intervenciones preventivas.
Además, la TBS puede proporcionar información valiosa sobre la respuesta al tratamiento en pacientes osteopénicos que están recibiendo terapias para prevenir la pérdida ósea.
Un monitoreo periodico a los cambios en la puntuación ósea trabecular deja en evidencia la efectividad del tratamiento y, de ser necesario, conduce a determinar un ajuste oportuno para optimizar los resultados.
Beneficios en pacientes con osteoporosis secundaria
La osteoporosis secundaria se produce como consecuencia de otras enfermedades o está relacionada con el uso de ciertos fármacos. A diferencia de la primaria, que es más común, se origina debido a condiciones médicas subyacentes o al uso de medicamentos específicos.
Y, nuevamente, la población que padece esta patología puede beneficiarse de la predicción que arroja la TBS sobre el riesgo de fracturas porque genera un índice indirecto, pero altamente correlacionado, de microarquitectura ósea.
Entonces, cuando se combina la información de la DMO con la TBS y los factores de riesgo clínicos, los médicos tienen a la mano información que permite realizar una evaluación más precisa del riesgo de roturas óseas.
Como ves, esto es crucial para identificar a los pacientes que requieren intervención temprana y tratamiento adecuado.
Ahora bien, como la TBS proporciona información adicional sobre la calidad del hueso trabecular, en la osteoporosis secundaria es especialmente útil, porque ayuda a evaluar su microarquitectura y proporciona una visión más completa de la salud ósea.
También hay que resaltar que la TBS puede identificar pacientes con alto riesgo de rompimiento de sus huesos incluso cuando la DMO está dentro de los rangos normales. Y esto es fundamental para tomar decisiones informadas sobre el tratamiento y la prevención de fracturas en pacientes con osteoporosis.
Por eso es que los médicos deben considerar su uso para una evaluación más completa y precisa del riesgo de fractura, lo que, a su vez, guiará las decisiones terapéuticas.
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